La Asociación de Padres de Niños Prematuros (APREM) y la Federación Española de Familias Múltiples difundieron hace unos meses la presentación de una proposición no de Ley en la Asamblea de Madrid por la que se instaba a esta comunidad a permitir que los grandes prematuros (nacidos antes de la semana 32 de gestación) pudieran ser escolarizados en el año en el que estaba previsto que nacieran.
“Esta iniciativa da esperanzas a miles de familias de nuestra comunidad y de otras comunidades autónoma en toda España que están luchando para que las consejerías de Educación permitan a sus hijos escolarizarse junto a sus iguales”, han explicado hoy las presidentas de estas dos asociaciones.
La propuesta, presentada por Podemos en la Asamblea de Madrid, busca que los niños que estaba previsto que nacieran a comienzos de un año y que, sin embargo dejaron el vientre de sus madres a finales del año anterior para terminar de gestarse en incubadoras, puedan escolarizarse junto a los niños con los que les habría correspondido hacerlo si el embarazo se hubiera llevado a término. Así, se busca que estos niños puedan escolarizarse en el año de su edad corregida (fecha en la que tendrían que haber nacido) y no estén obligados a empezar la escuela un año antes, de acuerdo a su edad cronológica (fecha en la que nacieron y a partir de la cual estuvieron ingresados en las Unidades de Neonatología hasta recibir el alta).
En España el número de niños prematuros (nacidos antes de la semana 37 de gestación) supera ya los 27.000 nacimientos anuales en 2016. Ello se debe en gran medida a que el número de nacimientos múltiples se ha duplicado en los últimos años, ya que el 48% de los gemelos y el 94% de los trillizos nacen de forma prematura.
La prematuridad es la condición neonatal que lleva consigo el riesgo más elevado de mortalidad, morbilidad y diversidad funcional y, sobre todo los grandes prematuros, pueden presentar problemas respiratorios, gastrointestinales y trastornos del neurodesarrollo y un desfase madurativo en la primera infancia que puede incidir en su rendimiento escolar.
En la actualidad, la normativa de la mayor parte de las comunidades no permite escolarizar a los niños de acuerdo con su edad corregida, sino que se obliga a escolarizarlos de acuerdo con su edad cronológica. En el caso de los niños que tendrían que haber nacido a primeros de año, pero finalmente lo hicieron a finales del año anterior, se les obliga a iniciar su escolarización un curso por delante de lo que les corresponde, con las dificultades que ello conlleva para cualquier menor, y particularmente para estos niños por el desfase madurativo señalado.
En muchos de estos casos, los niños requieren de apoyos educativos que no necesitarían si se les permitiera escolarizarse junto a sus iguales, al tiempo que aumentan los riesgos de repetición de curso en el futuro y de daños en su desarrollo afectivo, cognitivo y madurativo. El argumento de la proposición no de Ley explica que forzar a los niños nacidos muy prematuramente a escolarizarse un año antes de su edad corregida les supone un “enorme esfuerzo de integración social y de aprendizaje, al coincidir con compañeros con un desarrollo físico, social y madurativo mayor, lo que puede provocar que sufran bloqueos emocionales y de aprendizaje”.
La exdefensora del pueblo Soledad Becerril emitió una recomendación en 2017 a las consejerías de Educación de las comunidades autónomas para que permitieran la escolarización de los grandes prematuros de acuerdo a su edad corregida. El Ministerio de Educación también ha pedido a las comunidades que lo permitan y en Ceuta y Melilla, donde las competencias no están transferidas, ya se está implementando. En Aragón se reconoce el derecho de los padres a decidir en el caso de prematuros extremos (con menos de 28 semanas de gestación) y otras comunidades están siguiendo el mismo camino, como Baleares, Canarias, Castilla y León o Murcia.