En el año 1999 la prematuridad era aún muy desconocida. Un grupo de familias con hijos nacidos prematuros extremos coincidimos en el Servicio de Neonatología y vivimos una experiencia para la que ninguna familia, ni entonces ni ahora, está preparada.
En nuestro caso, con hijos tan vulnerables, nadie sabía si debía darnos el pésame o la enhorabuena; en nuestro entorno se hizo el silencio. Solo encontrábamos comprensión en aquellos que estaban viviendo lo que nosotros. Así nació APREM, como un grupo de ayuda mutua, cuando comprendimos intuitivamente que no es lo mismo enfrentar un problema como un individuo aislado que con la ayuda de otros. A partir de ese momento, nos prometimos que nunca otras familias se iban a encontrar tan solas como lo habíamos estado nosotros, y un 27 de agosto de 1999 creamos la que sería la primera asociación de padres de niños prematuros en nuestro país: APREM.
El Hospital Universitario La Paz fue nuestro primer espacio y la incubadora del movimiento asociativo de la prematuridad en nuestro país y, de entonces a hoy, hemos encontrado el apoyo incondicional de sus profesionales, al que se han sumado otros que valoran la experiencia y la larga y comprometida actividad de APREM en el ámbito de la prematuridad.
Madre de un prematuro de 29+1 con 930 gramos de peso quien fue operado de una atresia duodenal y de una peritonitis grave en los primeros quince días de vida.
Tiene dos empresas, una escuela de formación online y una agencia de marketing. “Nadie desea que su bebé nazca antes o que tenga problemas por eso es tan importante el apoyo entre las familias. Es por ello, que formar parte de Aprem es un privilegio para mi”.
Mamá de un niño prematuro de 26 semanas y 760 gramos de peso que comenzó la vida “a
trompicones”; 80 días en la UCI del HGU La Paz. Impagable su labor.
Socia colaboradora de APREM desde nuestro día cero.
Y, tras el parón, feliz de haber retomado mi profesión como médico. Señal de que todo va
bien. La vida gana.
Madre de mellizos prematuros que nacieron con 26 semanas de gestación y 560 y 890 g en 1999, “una experiencia que me hizo comprender el valor de la solidaridad y del apoyo de otras familias”.
Es cofundadora de APREM, profesora titular de la Universidad Complutense e investigadora sobre prematuridad.
Madre de dos hijos, el pequeño nacido prematuro, de 31 semanas de gestación, en 1999. “Nuestra familia es socia de APREM desde su fundación”.
Psicóloga de profesión, llevo más de 10 años colaborando activamente en la Asociación.
Mamá de un peque de 27 semanas que estuvo ingresado en el Hospital Universitario de Albacete 2 meses en 2022, durante ese tiempo APREM nos ayudó a llevar la situación que vivimos, al alta seguimos luchando con las secuelas de mi hijo que hoy día hace vida normal.
Fundar la delegación Aprem Albacete y ser voluntaria de APREM le dan un sentido especial a todo lo que hemos vivido.
Madre de tres «mujeres», Sara de 24 años, nacida a término y Celia y María de 21 años, prematuras de 760 y 1500 gr.
Hermana de un niño nacido prematuro.
Médica rehabilitadora con interés en el ámbito infantil y la Atención Temprana. Miembro del capítulo FAMISIBEN, perteneciente a la Sociedad Iberoamericana de Neonatología (SIBEN)
“Colaboro con APREM desde hace años desempeñando diferentes tareas, como voluntariado, docencia y asesoramiento e información general”.
Soy Astrid, psicóloga de vocación y formación. Trabajo como profesora de pedagogía terapéutica en una escuela con niños y niñas con necesidades educativas especiales o diversidad funcional. También soy la amatxu de Izare, que tenía prisa por nacer y lo hizo con 26 semanas y 670 gr pero también con muchas ganas de vivir y de demostrar que incluso una llama pequeña puede encender una hoguera. Agradecida por el aprendizaje que esta experiencia ha supuesto.
Vive en Pamplona y dio a luz a mellizos en 2019 con 25 semanas de gestación, dos niños prematuros que nacieron pesando 750 y 530 gramos, respectivamente. Estuvieron más de 140 días ingresados en Neonatología.
Esta asociación surgió de su propia búsqueda para sentirse apoyada por la experiencia de otros padres y madres que han tenido hijos prematuros y de la necesidad de orientar y acompañar a todas las familias nuevas.
Padre de 3 hijos y una hija. Los dos pequeños, niño y niña, mellizos y prematuros. Albacete y ser voluntaria de APREM le dan un sentido especial a todo lo que hemos vivido.